sábado, 28 de agosto de 2010

... Y el Hércules abre la temporada


La Liga de Primera División abrirá el telón en el Rico Pérez con el partido entre el Hércules y el Athletic de Bilbao. Esto no debería resultar extraño, pero con lo acontecido durante este verano con el 'Caso Brugal' este partido inaugural viene rodeado de cierto morbo. Unas investigaciones judiciales relacionadas con el tema de la concesión de los servicios de recogida de residuos en la provincia de Alicante sacaron a la luz el más que supuesto amaño de partidos por parte del club herculano, que a la postre le sirvieron para conseguir el ascenso. Este es un tema que no es nuevo en los últimos años, por ejemplo cabe recordar la pólemica por una supuesta compra de algunos jugadores del Levante por parte del Athletic en 2007. Pero a difrerencia de los anteriores casos, la denuncia esta vez no ha partido de ningún club sino de la mismisima justicia. Algo que no tiene precedentes en el fútbol español.

Pero lo más doloroso de todo es que la Federación Española de Fútbol y los distintos organismos deportivos se pongan una venda en los ojos ante un más que probada adulteración de la competición con la manipulación de los resultados de algunos partidos. Es vergonzoso que estas instituciones sean tan irresponsables como para consentir que una injusticia de este calibre manche el nombre y la reputación de la que se dice que es la mejor liga del mundo. Con la militancia del Hércules en Primera División se vuelve a demostrar que aunque el fútbol español esté a la vanguardia mundial, los organismos que dirigen su destino son más propios del tercer mundo. Si esto hubiese ocurrido en Italia la justicia hubiera sido implacable, como ya lo fue en su día con la todopoderosa Juventus. Pero en este país como parece que falta valentía y que todo vale pues no habrá sanción ejemplar. Esta falta de castigo puede resultar peligrosa porque da pie a que se puedan producir más amaños, por lo menos hasta que dicha práctica sea reconocida como delito en diciembre.

Lo cierto es que volviendo la espalda ante este tipo de prácticas, el fútbol se envilecerá hasta el extremo, con la consiguiente decadencia de la imagen de la competición española fuera de nuestras fronteras. Además sería bastante grave que los aficionados, que son la verdadera esencia de este deporte, empezarán a pensar que todo este espectáculo no es más que un puro y duro paripé. Las trampas no pueden tener cabida en el deporte.

domingo, 15 de agosto de 2010

Una planificación que provoca dudas

Pese a comenzar positivamente la temporada oficial venciendo claramente a un Barcelona de circunstancias, a nadie escapa que la planificación realizada por el Sevilla para esta campaña no parece ser tan brillante como en años anteriores. A simple vista el Sevilla se ha reforzado poco, ya que sólo ha realizado tres incorporaciones, y aún no ha logrado deshacerse de unos cuantos jugadores con los que no cuenta, con el lastre deportivo y económico que ello supone.

Aunque las incorporaciones se antojen insuficientes para afrontar una temporada tan larga, lo cierto es que el Sevilla por fin ha reforzado el centro del campo, que venía siendo el talón de aquiles de este equipo desde la marcha de Poulsen y Keita. Así Guarente y Cigarini, serán los encargados de mover a la máquina sevillista esta temporada. Ambos son jugadores prácticamente desconocidos que han militado en equipos italianos de nivel medio, por lo que su rendimiento en un equipo como el Sevilla es una gran incógnita. Pero ya se sabe que en este tipo de fichajes es donde más aciertos suele tener Monchi y la secretaria técnica. El lateral Dabo completa los fichajes del conjunto sevillista para esta temporada. El francés tiene más cartel que los mediocampistas y puede resultar interesante por su polivalencia, ya que se desenvuelve en las dos bandas. Puede ser un buen sustito de Adriano, aunque es inferior al brasileño técnica y ofensivamente.

Aunque estos fichajes parecen que son los apropiados para la paliar las carencias que ha tenido el equipo en las últimas temporadas, la planificación a priori no ha convencido mucho a los aficionados. Y es que realmente, el Sevilla ya necesita una renovación generacional que parece que no se va a producir este año. Hay una serie de jugadores que son pilares en el equipo pero que por su edad hay que dosificarlos demasiado para que puedan rendir la temporada entera. Lo peor es que no se han buscado sustitutos de garantía, lo que provoca cierta incertidumbre. Un ejemplo claro es Kanouté, que aunque no pierde el buen juego y el olfato de gol, está obligado a jugar un partido sí y otro no para evitar lesiones. O también ocurre con los centrales, Dragutinovic y Squillaci , quienes ya estuvieron lesionados de larga duración la campaña pasada. Por ello, parece que con las actuales incorporaciones la plantilla se queda corta. Y sobre todo, sería un gran error la venta de Luis Fabiano, ya que como se mostró el año pasado no tiene un sustituto en Negredo.

El mercado aún no se ha cerrado y, aunque parezca poco probable, no se puede descartar una gran fichaje de última hora. Pero por lo pronto, esta campaña se presenta con ciertas dudas para la parroquia sevillista que quizás esperaba otro inquilino en el banquillo y unos fichajes de más renombre.