domingo, 21 de febrero de 2010

Campeón moral

Hoy se celebra en Barakaldo la final de la Copa del Rey de baloncesto. En ella no estará el Cajasol, pero el equipo sevillano puede considerarse como campeón moral de dicho torneo. El título finalmente se lo disputarán entre los todopoderosos Real Madrid y Regal Barcelona, algo que se ciñe al guión que casi todos los aficionados esperaban. Lo que no era previsible es que el Cajasol pusiese entre las cuerdas al gran Barça, quien pasó serios apuros para doblegar a los sevillanos.

La buena línea del Cajasol ya no se puede considerar una casualidad. Sigue bien clasificado en la Liga, convirtiéndose en un serio candidato para disputar los play-offs, y ha ofrecido una imagen más que digna en el torneo copero. Sin duda alguna esto es una gran noticia, porque significa el renacer del basket en Sevilla tras estar varios años de capa caída. Y es que el aficionado el jueves se sintió orgulloso de ver como su equipo le plantó cara hasta el final a un conjunto que tiene jugadores de nivel NBA. Aunque no se puede reprochar nada al partido que realizó Cajasol, hay que señalar que no se lo terminó llevando porque en momentos puntuales a algunos de los jugadores le temblaron las manos y se fallaron canastas que eran más o menos claras. En defensa el quinteto rozó casi la perfección durante todo el encuentro. El resultado del partido podría haber sido otro con un poco más de acierto en ataque en los últimos minutos del cuarto cuarto.

Actuaciones como la del otro día dejan a las claras el acierto que ha tenido la secretaría técnica en esta temporada. El equipo sevillano tiene jugadores que eran diamantes en bruto y este entrenador los está terminando de pulir. Como es el caso de Kirksay. El francés lleva una temporada fantástica, cosa que referendó haciendo un verdadero partidazo ante el Barça. Otro de los méritos de Joan Plaza es que ha recuperado para la causa a jugadores como Triguero o Savanovic, que ahora están demostrando el nivel que se esperaba de ellos a la hora de ficharlos. Está claro que Plaza ha construido un equipo trabajador, con carácter y con gotas de brillantez, algo que ya se echaba de menos en San Pablo.

Cajasol es el campeón moral de está Copa, ya que no hay mejor victoria que el baloncesto vuelva a interesar en todos los ámbitos de esta ciudad subyugada por el fútbol.

domingo, 7 de febrero de 2010

El caballo de las grandes expectativas


Con una gran expectación. De esta manera esperan los seguidores de Fernando Alonso el próximo Mundial de F1. El fichaje del asturiano por Ferrari ha desatado la locura entre los aficionados, quienes ven muchas posibilidades de que los resultados del piloto vuelvan por sus fueros. Sin duda alguna, los grandes tiempos que ha marcado el bólido del español durante los primeros entrenamientos han ayudado a ilusionar a la hinchada.

Después de la pésima temporada de Renault, con un coche sin fiabilidad ni potencia, el piloto español necesitaba un cambio de escudería para no estancarse. Aún siendo, la pasada, una mala campaña, Fernando Alonso volvió a demostrar que es uno de los mejores conductores de la F1 al lograr puntuar en casi todas las carreras con un coche y un equipo tan poco competitivo. Por eso el binomio entre el piloto y el coche este año invitan a soñar. Y es que Ferrari, a no ser que ocurran cosas extrañas, siempre es una escudería que está llamada a conquistar los mundiales tanto de pilotos como de constructores. La fiabilidad de los Ferrari hace que Alonso parta, a priori, como uno de los grandes favoritos para hacerse con el campeonato de F1. Esta temporada su destreza al volante tendrá el añadido de contar con un buen coche y con un gran equipo detrás.

Lo único que se puede considerar negativo en el fichaje del asturiano por la escudería del "Cavallino Rampante" es su compañero de equipo. En el pit-lane es sabido que Massa y Alonso no guardan buenas relaciones. Ya hace algunas temporadas tuvieron un encontronazo tras la finalización de un Gran Premio a causa de una maniobra. El brasileño ya levantó la polémica hace unos meses con unas declaraciones en contra Alonso. Si esta situación no es atajada desde el principio puede resultar negativa tanto para los objetivos del equipo como para los del español. Habrá que esperar que no vuelva a darse una situación como la que el asturiano tuvo que vivir con Hamilton en McLaren.

Este año el asturiano tiene el deber de luchar por el título hasta la última carrera. Ya no valen las excusas. Esta temporada Alonso manejará al gran caballo rojo. Al caballo de las grandes expectativas y de los grandes resultados.