Mucho se esta hablando sobre la ansiedad que sufre Negredo ante su preocupante falta de puntería. El jugador vallecano es la personificación del estado por el que está el equipo sevillista durante este último mes de competición. El conjunto de Nervión parece haber perdido el brío del principio de temporada y sobre todo la pegada que hasta ese momento estaba demostrando, como prueba el hecho de los últimos empates en el Sánchez Pizjuán ante rivales teóricamente inferiores.
Si el equipo de Jiménez quiere ser un serio aspirante al título es fundamental que solvente los partidos antes los equipos de la zona media y baja de la clasificación. Sacar adelante los partidos ante este tipo de conjuntos es algo fundamental para ganar la Liga, quizás más importante aún que ganar en el campo de algunos de los grandes. Y es que el Sevilla ha perdido una muy buena oportunidad para colocarse en lo más alto de la clasificación al perder absurdamente puntos en el Pizjuán ante equipos de la zona baja de la clasificación. Al final estos puntos son los que se echan en falta para aspirar a algo más, como ya le ocurrió al equipo nervionense en Tarragona hace algunas temporadas. Lo cierto es que el Sevilla parece que se está desinflando poco a poco y vuelven a aparecer viejos fantasmas. El equipo de Jiménez ha perdido frescura en los últimos partidos y por momentos le puede la ansiedad. Quizás la temporada se le está haciendo muy larga al estar en tantos frentes, pero hay plantilla de sobra para afrontar todas las competiciones.
Y por si esto no fuese poco, el enero se presenta como propicio para ahondar la mala racha del Sevilla, ya que jugadores que son puntales para el equipo se marcharán a la Copa de África. Y lo peor es que el equipo de Nervión acusará está competición más que otros de la zona alta. Incluso no sería descabellado acudir al mercado de invierno en busca de algún refuerzo, ya las bajas de Zokora o Kanouté dejarán algunas posiciones demasiado debilitadas como para afrontar un mes de competición que puede ser crucial para las aspiraciones sevillistas.
El Sevilla de Jiménez tiene una buena oportunidad para terminar el año enganchado a la lucha por el título, algo que puede ser muy importante para la moral del equipo antes de que se inicie la inoportuna Copa de África. Pero para ello, el equipo debe ganar en paciencia y, sobre todo, en tranquilidad para superar a los rivales incómodos a los que se va a enfrentar.
Si el equipo de Jiménez quiere ser un serio aspirante al título es fundamental que solvente los partidos antes los equipos de la zona media y baja de la clasificación. Sacar adelante los partidos ante este tipo de conjuntos es algo fundamental para ganar la Liga, quizás más importante aún que ganar en el campo de algunos de los grandes. Y es que el Sevilla ha perdido una muy buena oportunidad para colocarse en lo más alto de la clasificación al perder absurdamente puntos en el Pizjuán ante equipos de la zona baja de la clasificación. Al final estos puntos son los que se echan en falta para aspirar a algo más, como ya le ocurrió al equipo nervionense en Tarragona hace algunas temporadas. Lo cierto es que el Sevilla parece que se está desinflando poco a poco y vuelven a aparecer viejos fantasmas. El equipo de Jiménez ha perdido frescura en los últimos partidos y por momentos le puede la ansiedad. Quizás la temporada se le está haciendo muy larga al estar en tantos frentes, pero hay plantilla de sobra para afrontar todas las competiciones.
Y por si esto no fuese poco, el enero se presenta como propicio para ahondar la mala racha del Sevilla, ya que jugadores que son puntales para el equipo se marcharán a la Copa de África. Y lo peor es que el equipo de Nervión acusará está competición más que otros de la zona alta. Incluso no sería descabellado acudir al mercado de invierno en busca de algún refuerzo, ya las bajas de Zokora o Kanouté dejarán algunas posiciones demasiado debilitadas como para afrontar un mes de competición que puede ser crucial para las aspiraciones sevillistas.
El Sevilla de Jiménez tiene una buena oportunidad para terminar el año enganchado a la lucha por el título, algo que puede ser muy importante para la moral del equipo antes de que se inicie la inoportuna Copa de África. Pero para ello, el equipo debe ganar en paciencia y, sobre todo, en tranquilidad para superar a los rivales incómodos a los que se va a enfrentar.
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