domingo, 18 de octubre de 2009

Se pierde el fuelle

Con la derrota de ayer en Castellón , el Betis lleva ya un mes sin conocer la victoria. Con tales guarismos el ascenso a Primera División esta muy complicado, por no decir casi imposible, sino cambia pronto la dinámica. Y eso que los comienzos de temporadas fueron alentadores, ya que salvo el accidente en el campo del Hércules, el equipo de las trece barras había sacado sus partidos con bastante suficiencia y goleando a sus contrarios. Pero como ya se ha advertido hasta la saciedad, la Segunda División no será para nada un paseo.

Sobre el papel, la plantilla heliopolitana es la mejor de la categoría pero con eso solo no se gana, y máxime aún cuando el equipo verdiblanco es el equipo a batir. Cierto es que la temporada es muy larga y aún estamos en la octava jornada, pero la actitud del equipo en determinados momentos deja mucho que desear, ya que se ha perdido puntos en partidos que con un poco de oficio se hubiesen ganado sin problemas. Parece que algunos de los jugadores no saben aún en que categoría juegan por su falta de intensidad. La Segunda División si por algo se caracteriza es porque es una categoría de equipos rocosos e incómodos que cuentan con jugadores con mucha ambición. Por ello, si no se está concentrado al máximo durante los 90 minutos, el juego físico de algunos equipos sin más argumentos puede acabar por dar un disgusto, tal como ha pasado con el Castellón y el Real Unión. Esta claro indolencia del equipo y de algunos de los jugadores es lo que debe trabajar Tapia principalmente para cambiar la dinámica negativa en la que ha entrado el equipo de La Palmera.

Pero esta racha negativa está sacando a la luz algo más grave aún, como es la falta de aptitud de algunos jugadores. Y es que de nuevo la planificación de la temporada ha sido mala y ha dejado descompensada a la plantilla y eso pasa factura cuando faltan algunos de los titulares. Esta situación ha posibilitado que en la plantilla haya jugadores que no están al nivel para competir y eso al final cuesta puntos. Al igual que ocurriera la temporada pasada, el centro defensa sigue siendo el talón de aquiles de los heliopolitanos. Esta es una posición que con los jugadores que hay en la plantilla no está para nada cubierta. Los centrales del Betis no están al nivel, ni a la altura de las circunstancias. La otra parcela con cierta debilidad es la delantera, que aunque está funcionando bien cuenta con muy pocos efectivos para afrontar una temporada tan larga. El único remedio que tiene Antonio Tapia es demandar refuerzos para en el mercado invernal o, lo que parece más lógico en estos momentos, empezar a dar oportunidades a jugadores del filial, que a buen seguro vendrán con toda la ilusión y ambición del mundo.

En estos momentos, el Betis está fuera de la zona de ascenso y su juego empieza a dejar bastantes dudas a sus aficionados. Lo positivo es que aún queda mucho tiempo por delante para la reacción y para llegar a cumplir con la obligación de ascender. Pero hay que empezar a ponerse las pilas ya.

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