Desde antes que empezase la temporada, todos los foros futbolísticos afirmaban sin la menor duda que este año la Liga sería cosa de dos: Real Madrid- Barcelona, Barcelona- Real Madrid. Nadie contaba con que a estos dos colosos se uniera algún candidato más con el suficiente poderío para disputarles el título de tú a tú. En este principio de campeonato parece que, por suerte para el torneo, ha emergido una tercera vía, una alternativa que se llama Sevilla FC.
Aunque sólo se llevan disputadas siete jornadas, el equipo de Nervión ya ha presentado su candidatura a luchar con los grandes a base de buen fútbol y resultados. Tras el decepcionante partido de la primera jornada en Valencia, parece que Jiménez ha encontrado la fórmula que no hallara en temporadas anteriores para hacer funcionar a la maquina sevillista. Esto se ha traducido en un momentáneo tercer puesto en la competición casera y en una virtual clasificación para los octavos de las Champions, donde lo está bordando. Realmente las plantillas de Madrid y Barcelona se encuentran a otro nivel. Pero también es cierto que existe un ramillete de equipos que cuentan con plantillas equilibradas y de gran nivel que se pueden meter en la pelea por hacer algo importante en la Liga, máxime aún cuando los dos equipos grandes han empezado a mostrar alguna que otra debilidad. En ese ramillete el más fuerte es el equipo de Nervión como lo está mostrando hasta el momento. Y es que la vuelta de buen fútbol a Nervión tras dos años de ausencia invita a soñar.
Pero también desde la entidad tienen que tener los pies en suelo y ser realistas. Para poder dar una sorpresa al final de Liga a los grandes hay que ir pensando siempre partido a partido y, sobre todo, actuar con prudencia. Además de no tener unas exigencias con el equipo que no se contemplaban antes de comenzar la temporada. En este sentido hay que alabar la labor de Manolo Jiménez que cada vez que puede intenta acallar con sus declaraciones a aquellos que desde el club ya están lanzando las campanas al vuelo. Es cierto que este equipo tiene buena pinta y que parece que puede competir con los dos grandes, pero también lo es que determinados discursos y declaraciones pueden meter una presión innecesaria al equipo que incluso puede llegar a ser bastante perjudicial.
Si el equipo continúa funcionando con la brillantez que como hasta haciendo ahora dará muchas satisfacciones a los aficionados sevillistas. Pero hay que tener tranquilidad, ya que sólo el tiempo dirá si el hecho de ser la alternativa a los todopoderosos Madrid y Barça es real o sólo puntual.
Aunque sólo se llevan disputadas siete jornadas, el equipo de Nervión ya ha presentado su candidatura a luchar con los grandes a base de buen fútbol y resultados. Tras el decepcionante partido de la primera jornada en Valencia, parece que Jiménez ha encontrado la fórmula que no hallara en temporadas anteriores para hacer funcionar a la maquina sevillista. Esto se ha traducido en un momentáneo tercer puesto en la competición casera y en una virtual clasificación para los octavos de las Champions, donde lo está bordando. Realmente las plantillas de Madrid y Barcelona se encuentran a otro nivel. Pero también es cierto que existe un ramillete de equipos que cuentan con plantillas equilibradas y de gran nivel que se pueden meter en la pelea por hacer algo importante en la Liga, máxime aún cuando los dos equipos grandes han empezado a mostrar alguna que otra debilidad. En ese ramillete el más fuerte es el equipo de Nervión como lo está mostrando hasta el momento. Y es que la vuelta de buen fútbol a Nervión tras dos años de ausencia invita a soñar.
Pero también desde la entidad tienen que tener los pies en suelo y ser realistas. Para poder dar una sorpresa al final de Liga a los grandes hay que ir pensando siempre partido a partido y, sobre todo, actuar con prudencia. Además de no tener unas exigencias con el equipo que no se contemplaban antes de comenzar la temporada. En este sentido hay que alabar la labor de Manolo Jiménez que cada vez que puede intenta acallar con sus declaraciones a aquellos que desde el club ya están lanzando las campanas al vuelo. Es cierto que este equipo tiene buena pinta y que parece que puede competir con los dos grandes, pero también lo es que determinados discursos y declaraciones pueden meter una presión innecesaria al equipo que incluso puede llegar a ser bastante perjudicial.
Si el equipo continúa funcionando con la brillantez que como hasta haciendo ahora dará muchas satisfacciones a los aficionados sevillistas. Pero hay que tener tranquilidad, ya que sólo el tiempo dirá si el hecho de ser la alternativa a los todopoderosos Madrid y Barça es real o sólo puntual.
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