sábado, 7 de marzo de 2009

Mejor calladito


El pasado miércoles asistimos en San Mamés al enésimo batacazo del Sevilla de Jiménez. De nuevo vuelve a tropezar cuando más sencillo lo tiene. Pero en este caso poco se le puede achacar al entrenador arahalense, ya que puso en el terreno de juego todo lo que tenía. Aún así el equipo nervionense fue superado con bastante claridad por un Athletic que salió al césped hipermotivado.

Parte de ese plus de motivación se debe a unas palabras de José María Del Nido, quien realmente no ha estado a la altura con tales manifestaciones. La bravuconada de "comerse al león" en los prolegómenos de dicho partido se le han vuelto en su contra y pueden pasarle factura. No es la primera vez que Del Nido se tiene que comer sus palabras y su prepotencia, que por otro lado no le viene nada bien al Sevilla como entidad, ya que lo ha convertido en el hazmerreir del país durante unos días. El mandatario nervionense debería pensar que al Sevilla de las últimas épocas le ha ido mejor yendo con humildad. Lo más grave es que hasta la propia afición sevillista renegó y no se sintió representada con el discurso de su presidente.

Según explica el mandatario sevillista, sus palabras fueron una estrategia para acaparar las iras de los aficionados de San Mamés. Aunque más bien tuvieron el efecto contrario porque sus palabras resultaron un acicate más para la motivación del equipo del Botxo. Del Nido con su discurso se equivoca, porque hay maneras de motivación más elegantes y porque indirectamente perjudicaron al equipo.

Se sabe que José María Del Nido es un hombre ambicioso, algo que no es criticable, sino digno de elogio. Pero esta vez debería hacer examen de conciencia porque se ha equivocado, y lo más grave es que con su error ha dañado la imagen del club. Los romanos que eran sabios en muchas áreas ya lo decían, prudentia gran virtumtem est.

1 comentario:

Carmen Alcázar dijo...

Sabia virtud es la prudencia, sí señor!! Y de eso, eres to un maestro, sr. Luis.jeje. Enhorabuena x tu blog!!

Un abrazo,

Carmen