domingo, 17 de agosto de 2008

Una vez más, falta previsión


A dos semanas del inicio de la Liga, el Betis continúa sin tener la plantilla cerrada. Como viene seiendo habitual en los últimos años, parece que habrá que esperar hasta el último minuto del plazo para completar el plantel. Esto es un handicap para el equipo ya que los nuevos neceistan un tiempo de adaptación por lo que difícilmente serán jugadores aprovechables durante las primeras jornadas del campeonato. Pero esta vez , son varias las posiciones que hay que reforzar y contra más tiempo pase menos posibilidades de garantía ofrece el mercado. Según Chaparro, a estas alturas, aún faltan un delantero y uno o dos laterales, lo que deja a las claras un nuevo fallo en la planificación realizada por la secretería técnica.

Además, los tira y afloja típicos en las negociaciones de Lopera dificultan aún más la rápida llegada de jugadores a la entidad heliopolitana. Como consecuencia de esta lentitud a la hora de negociar, el Betis ya perdió la posibiliadad de hacerse con el prometedor Chretien que finalmente optó por renovar por su equipo. Aunque bien es verdad que esta situación también viene dada por la falta de solvencia económica que sufre el conjunto heliopolitano desde hace varias temporadas.

Por estos motivos, la secretaría verdiblanca debería trabajar con más premura para conseguir que los jugadores que interesan puedan llegar para realizar la pretemporada con el resto de los compañeros y se les saque rendimiento desde el primer momento, algo que ha brillado por ausencia en las últimas temporadas. Además de por la manifiesta falta de planificación , la labor realizada por Momparlet y el resto de componentes de la dirección deportiva en las últimas campañas se ha caracterizado por el desacierto a la hora de fichar. Durante las tres últimas temporadas pocos de los nuevos fichajes han estado al nivel y muchos de ellos, incluso, se han convertido en un lastre para el club, veánse los casos de Óscar López y Juanlu, entre otros.

En este último apartado ha tenido su protagonismo la figura de Chaparro quien ha frenado varios fichajes por considerar que no mejoraban lo que ya tenía. Es de alabar el caracter y el buen criterio que ha demostrado el de Triana en este asunto, ya que lógicamente es preferible que venga un jugador que sea preferencial para el entrenador que cuatro o cinco que no van a jugar. ¿Qué hubiese pasado si Chaparro no hubiese estado en el banquillo?. La respuesta no se puede saber, pero lo que queda claro es que por fin el Betis tiene un entrenador que no traga con todo lo que quiere Lopera y su secretaría técnica.

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