2016

El próximo 2 octubre, el COI por fin desvelará cual va a ser la sede de los Juegos Olímpicos del 2016. Madrid tiene puesta muchas ilusiones en esa fecha en la que termina una larga carrera de fondo que comenzó hace 4 años.Pese a los últimos informes del comité de evaluación del organismo olímpico internacional,la delegación madrileña sigue siendo optimista y aún sueña con ser la elegida. Todo indica que serán tres las ciudades que llegarán con opciones hasta el final, ya que Tokio parece casi descartada en todas las quinielas.

En realidad, ahora mismo, parece complicado que la próxima cita olímpica se celebre en territorio español. Primeramente porque las candidaturas de Chicago y, sobre todo, la de Río de Janeiro, que parece la mejor colocada en estos momentos, cuentan con una mejor puntuación en la evaluación previa del COI. Pero no sólo le perjudica que los proyectos de estas ciudades estén mejor valorados por parte del comité olímpico.También es negativo para la capital española la celebración de los JJOO en Londres en 2012. Y es que es demasiado complicado que la cita olímpica se celebre por dos veces seguidas en Europa, por lo que las ciudades de otros continentes pueden contar con cierta ventaja por este motivo.

Aunque parece muy difícil que la capital de España acoja la mayor cita deportiva mundial para el año 2016, la sociedad española debe apoyar la candidatura madrileña desde todos sus frentes. Especialmente, hay que hacer hincapié en el apoyo de la ciudadanía de Sevilla. Muchos aún no olvidan que Madrid fue la ciudad que quitó a la ciudad hispalense la posibilidad de acoger un evento anhelado desde hacía varios años. Pero los sevillanos realmente saben que la ciudad aún no está preparada, a lo que a infraestructuras se refiere, para la celebración de un acontecimiento de tal tamaño. Si Madrid lo tiene complicado ahora contando con mejores y más modernas infraestructuras, ¿qué posibilidades tendría Sevilla? Claramente Sevilla tendrá que esperar su turno para volver a presentarse como candidata. Mientras tanto se podría ir trabajando para que la capital hispalense pueda realizar un proyecto que tenga opciones reales la próxima vez que sea evaluada.

Salvo sorpresa, Madrid no acogerá las Olimpiadas de 2016. Pero hay que apoyarla hasta el final y confiar en que la situación pueda dar un vuelco para que España viva por segunda vez el sueño olímpico.