Mañana en Sevilla no será un domingo cualquiera. Como en todas las grandes ocasiones, la ciudad sacará a relucir la dualidad, esa que forma parte de la idiosincrasia de la ciudad y que la hace tan particular y diferente del resto del mundo. Mañana, no será un domingo cualquiera. A la taurina hora de las 5 de la tarde tendrá lugar en el barrio de Heliópolis el primer asalto del acontecimiento deportivo del año en la ciudad hispalense. Ya huele a día grande. Huele a rivalidad centenaria. Huele a derbi. Sin duda la rivalidad entre Betis y Sevilla, o Sevilla y Betis, como ustedes lo prefieran, es la que más pasiones levanta en España. Además de tener como particularidad el estar rodeada de cierto aire de guasa y arte.
Aunque ya se sabe que en este partido todo puede pasar, este año el derbi se presenta mucho más igualado que en las últimas temporadas. Gracias a los refuerzos de última hora del Betis y a las salidas de hombres importantes durante el verano en el plantel sevillista se ha reducido bastante la distancia entre las dos plantillas. A esta circunstancia hay que unir las carencias con las que llegan ambos equipos al partido. El Sevilla muestra una clara debilidad en la defensa, mientras que el Betis es ineficaz ante el marco contrario, en dos jornadas aún no ha marcado un gol. Pero cierto es, que por lo visto en la última jornada el ataque del equipo verdiblanco está en estos momentos progresando más a la mejoría que la retaguardia sevillista, por lo que esto unido al potencial ofensivo del equipo nervionense ayudará a buen seguro al espectáculo en el verde del Ruiz de Lopera.
Por otro lado, hay que alabar a ambas directivas por su comportamiento. Han aprendido de los errores cometidos en el pasado y durante toda la semana han lanzado a los aficionados mensajes de tranquilidad, cordialidad y de paz. Y es que hay que acabar de una vez por todas con la violencia que en los últimos años ha desvirtuado la verdadera esencia de esta rivalidad y que tan nefasta imagen de la ciudad ha dado en el resto de España. Esperemos que el llamado espíritu Puerta vuelva a invadir las gradas en el choque del domingo, para que el verdadero espectáculo y la polémica se produzca sólo en el terreno de juego.
Aunque ya se sabe que en este partido todo puede pasar, este año el derbi se presenta mucho más igualado que en las últimas temporadas. Gracias a los refuerzos de última hora del Betis y a las salidas de hombres importantes durante el verano en el plantel sevillista se ha reducido bastante la distancia entre las dos plantillas. A esta circunstancia hay que unir las carencias con las que llegan ambos equipos al partido. El Sevilla muestra una clara debilidad en la defensa, mientras que el Betis es ineficaz ante el marco contrario, en dos jornadas aún no ha marcado un gol. Pero cierto es, que por lo visto en la última jornada el ataque del equipo verdiblanco está en estos momentos progresando más a la mejoría que la retaguardia sevillista, por lo que esto unido al potencial ofensivo del equipo nervionense ayudará a buen seguro al espectáculo en el verde del Ruiz de Lopera.
Por otro lado, hay que alabar a ambas directivas por su comportamiento. Han aprendido de los errores cometidos en el pasado y durante toda la semana han lanzado a los aficionados mensajes de tranquilidad, cordialidad y de paz. Y es que hay que acabar de una vez por todas con la violencia que en los últimos años ha desvirtuado la verdadera esencia de esta rivalidad y que tan nefasta imagen de la ciudad ha dado en el resto de España. Esperemos que el llamado espíritu Puerta vuelva a invadir las gradas en el choque del domingo, para que el verdadero espectáculo y la polémica se produzca sólo en el terreno de juego.
Disfruten del partido y, sobre todo, tras él. Un consejo a los hinchas del equipo que resulte derrotado. Cárguense de ánimo y estoicismo ante los chascarrillos que le dedicarán el lunes. De todas maneras piensen que febrero le ofrecerá una nueva oportunidad para la réplica.
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