sábado, 11 de septiembre de 2010

Un nubarrón en el verano de oro

Se puede decir que la eliminación de la Selección de Baloncesto en los cuartos de final de Mundobasket a manos de Serbia es un nubarrón en el verano de oro del deporte español. El "triplazo" de Teodosic rompió todas las esperanzas de luchar por mantener la hegemonía mundial alcanzada cuatro años antes en tierras niponas. Lo cierto es que toda la afición esperaba más de lo que el combinado español ha ofrecido en tierras turcas. Y más tras haber realizado una preparación más que brillante pocas semanas antes del inicio del campeonato.

El equipo español se ha mostrado demasiado irregular durante todo el campeonato. Con demasiados altibajos en su juego, algo que le hizo perder partidos como el de Lituania, que estaba prácticamente ganado. Se hecha de menos la solidez y la regularidad que llevó al quinteto español a conseguir grandes éxitos. Quizás Sergio Scariolo tenga algo que ver en todo esto. Aunque la Selección consiguió vencer el último Europeo bajo la batuta del argentino, no lo hizo con la brillantez esperada. En aquella ocasión el equipo enderezó el rumbo en el momento adecuado, algo que no se ha podido conseguir en este Mundial. José Luis Sáez debería pensar muy seriamente en el cese de Scariolo tras este fracaso. Y más aún después de que el sevillano destituyese a Pepu Hernández en el mejor momento de la historia del combinado español. Y es que parece que Scariolo no logra marcar su sello al quinteto español.

Otra de las causas del fracaso de la Selección en el Mundial de Turquía se debe a la falta de jugadores importantes. La verdad que el equipo que ha ido a Turquía era bastante completo pero, es que hoy por hoy, Paul Gasol es imprescindible para el combinado español. El equipo nota en demasía su ausencia y sin él, el nivel de juego de la ÑBA baja muchos enteros. Esto no quiere decir que el juego de España se base en la individualidad. Pero lo que está claro es que el jugador de los Lakers marca la diferencia en los partidos. La otra gran baja ha sido la de Calderón, un base de garantías que tuvo que ser sustituido por un Raúl López que ni mucho menos ha hecho un mal papel. Está claro que estos dos jugadores NBA aumentan la calidad del equipo y que tienen la capacidad para hacer que se ganen partidos tan ajustados como el de Serbia.

Todos los españoles confiábamos en que la ÑBA siguiera en su línea y se trajera, como mínimo, un bronce de Turquía. Pero, por desgracia, el baloncesto, que tantas alegrías ha dado en los últimos años, no ha podido culminar los grandes éxitos alcanzados por el deporte nacional en este verano de 2010.

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