domingo, 19 de abril de 2009

Resucitó


Tras dejarse empatar en el descuento por el Numancia en los albores de la Semana Santa, el Betis vivió su particular calvario al quedarse a un solo punto del abismo de la clasificación. Todo ello se saldó con la destitución de un Paco Chaparro que desde hacía varias jornadas había perdido toda la confianza que la afición y parte del club habían puesto en él. Lo cierto es que la destitución del trianero era algo esperado, ya que el Betis se estaba descomponiendo cada vez más con el paso de las jornadas y no se le veía capacidad de reacción alguna.

El Domingo de Resurrección lo fue en todos los sentidos para el equipo verdiblanco. El conjunto dirigido ahora por Josep María Nogues, un novato en la categoría, consiguió un triunfo en Santander que es fundamental para acercar a los heliopolitanis a la salvación. De nuevo tuvo que ser en el Sardinero. Allí se vio un Betis con un cambio de actitud importante, pero que dejó a las claras cuales son las virtudes y los defectos que lleva arrastrando durante toda la temporada. Es decir se volvió a ver una parcela defensiva demasiado endeble y un ataque demoledor y de calidad.

Aunque lo más destacable es el cambio que se vio en algunos jugadores, como por ejemplo el caso de Emaná quien dio todo un recital y estuvo al nivel de la primera vuelta. Esto deja muchas preguntas en el aire. ¿Había perdido la plantilla la ilusión con Chaparro? Lo cierto es que en los últimos partidos se vio claramente que el ambiente entre los propios jugadores no era bueno, lo que ha ayudado a que un equipo no exento de calidad fuese en caída libre. Dicha situación ha precipitado la marcha de un Chaparro que perdió el timón de la nave hace varios meses y que no fue capaz de recuperar el rumbo. Y ese buen rumbo se perdió curiosamente tras la polémica que se produjo entre el trianero y Xisco. Tras ese suceso el equipo entra en un grave bache de juegos y resultados, lo que puede indicar que existía cierta división en el seno del vestuario. El cambio de entrenador es acertado porque a buen seguri reactivará e implicará de nuevo a muchos jugadores que estaban el ostracismo más absoluto.

Nogués ha traído un necesario soplo de aire fresco a la plantilla heliopolitana, como se demostró en Santander. Pero el partido con el Sporting dirá si todo fue un espejismo o el verdadero comienzo de la resurrección de un Betis al que muchos daban ya por muerto.

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