sábado, 22 de mayo de 2010

Y continúan los éxitos

La consecución de la Copa del Rey ha puesto el broche de oro a una nueva temporada exitosa del Sevilla FC. A este gran logro, hay que unir la clasificación, por segundo año consecutivo, para la próxima edición de la Champions, que era la principal meta que se marcó la entidad al principio de la campaña. Los objetivos se han cubierto con creces en una temporada, que eso sí, ha estado llena de altibajos.

El protagonista del gran final de temporada sevillista ha sido Antonio Álvarez, que ha tenido que solventar una difícil papeleta tras la destitución de Manolo Jiménez.
Hay que felicitar al ténico de Marchena por su brillante trabajo en un espacio tan corto de tiempo. Lo cierto es que no ha conseguido mejorar en demasía el juego del equipo, pero si ha sabido levantar anímicamente a un grupo que tras la eliminación de la Champions iba en caída libre. Álvarez devolvió al equipo esa mentalidad competitiva que se ha echado de menos en muchos tramos de la temporada y que ha resultado fundamental para terminar cosechando éxitos. La labor de Álvarez ha sido de sobresaliente y por ello merece ser reconocida con el premio de continuar en el banquillo, aunque esto parece más que improbable.

Aunque se haya culminado la campaña de una manera tan brillante, algo tiene que cambiar en este Sevilla. Sobre todo para que la temporada que viene sea algo más plácida. Tras cinco años de triunfos, nada o casi nada se le puede reprochar a la gestión de José María Del Nido. Pero lo cierto, es que aunque se hayan conseguido grandes triunfos, el Sevilla no ha tenido una campaña tan tranquila como se puede presuponer. El conjunto de Nervión se ha caracterizado este año por una irregularidad desconocida en los últimos tiempos que le han podido dejar sin alcanzar los objetivos. Los deberes no se han hecho hasta última hora, y menos mal que ha habido tiempo para poder enderezar el rumbo. La principal de las causas es que se ha errado en la política de fichajes, ya que salvo Zokora ninguno de los que han llegado ha mejorado el nivel de lo que ya había. Esto se ha unido a que la plantilla necesita una reestructuración, porque se mantiene en el equipo a una serie de jugadores que ya no tienen el nivel mínimo para formar parte de este plantel. Habrá que esperar que para la próxima temporada Monchi vuelva a recuperar el tino que parece que ha perdido en los últimos años.

Lo que si es seguro es que el club sevillista está viviendo el mejor momento de su historia. Y es que ya se cumple un lustro desde aquella primera Copa de la UEFA y los éxitos no han parado de llegar. A ver si continúa la racha. Enhorabuena, sevillistas.

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