domingo, 27 de junio de 2010

Propio de una obra de Valle Inclán


Los aficionados béticos asistieron el sábado pasado en Helióplis a una representación propia de cualquier obra de Valle Inclán. Y es que viendo lo que se vio, sólo viene una palabra a la cabeza: esperpento. Algo en lo que tanto el escritor de la Generación del 98, como el equipo verdiblanco de los últimos tiempos son máximos exponentes. No se pudo conseguir el ascenso, algo, que por otro lado tras lo ocurrido en Salamanca, se veía venir. Pero lo peor no fue eso, sino las escenas que se vivieron en el 'teatro' bético durante y, sobre todo, después del partido ante el Levante.

La representación pronto comenzó a tomar tintes valleinclanescos. A las primeras de cambio, el equipo verdiblanco se pone por delante. Pero ese gol resulta estéril, ya que el Hércules se adelantaba en Irún. La tragedia comenzaba a mascarse en la numerosa hinchada bética que atestaba el estadio. Lo cierto, es que el partido ante un equipo de resaca y pensando en las vacaciones se presentó más cómodo de lo que se podía esperar en un principio. El Betis fue muy superior en todo momento, con un juego dinámico, rápido y lleno de claridad. Como suele ocurrir en las últimas temporadas, el buen juego y los resultados llegan demasiado tarde. Si esa clarividencia y pegada hubiesen aparecido en Salamanca, seguramente ahora se estaría hablando de otra cosa. Al esperpento de la abultada victoria del equipo de La Palmera contribuyó un actor extra que vestía camiseta del Real Unión y que respondía al nombre de Descarga. Su rídiculo y sospechoso autogol produjo, precisamente, una descarga en los aficionados verdiblancos, que ya están hastiados por la situación del club y por la actitud de sus dirigentes.

También, parte de la afición quiso ser participe de la obra y acrecentar la decadencia de lo que allí se estaba viviendo. Es vergonzoso que cientos de personas realizasen una invasión de campo en aquellos momentos. ¿Qué había que celebrar? ¿Merece la pena que contribuir a dar esa penosa imagen de la afición por una camiseta o una foto sobre el verde heliopolitano? Cualquiera que no hubiese visto el partido y pusiese la televisión en ese momento creería que el Betis había vuelto a élite del fútbol. Quizás, esa parte la hinchada también sea una consecuencia más del desgobierno y de la desorganización que vive el club.

Sin duda, el momento cumbre vino con la intervención de José María Blanco en sala de prensa. Una marioneta más, que siendo portavoz no ha salido en ningún momento de la temporada y sale ahora para quedar en rídiculo leyendo un bochornoso comunicado totalmente vacío de contenido. Lo peor de todo es que no se avista cambio alguno, presentándose un futuro muy oscuro tanto en lo deportivo como en lo económico para el club bético. Las "Luces de Lopera" hace mucho tiempo que se han apagado.

sábado, 12 de junio de 2010

¿Dónde están las entradas?

¿Dónde están las entradas? Eso es lo que muchos béticos se estarán preguntando a día de hoy sobre las localidades para el partido del Helmántico. El nefasto reparto que ha realizado el club ha enrarecido el ambiente durante esta semana, algo nada positivo para lo que se está jugando el equipo. Si hace algunas semanas desde este blog se alababa la iniciativa de la directiva para conseguir llenar el estadio. ahora hay que decir que ésta ha vuelto a dar la de arena, como viene siendo costumbre en los últimos años.

Lo cierto, es que a principios de semana el Betis anunciaba a sus aficionados que contaría con 4.000 entradas, algo que a la postre no resultó ser cierto, ya que a taquilla sólo llegaron unas 800. Un porcentaje irrisorio, ya que desde Salamanca se enviaron cerca de 5.000 localidades.Es verdad que unas 1.500 entradas se han dado a las peñas, pero ¿y el resto? Según indica el club se las ha quedado para compromisos, algo vergonzoso. La situación es para sentirse indignado y, más si cabe, cuando hubo gente que estuvo más de 12 horas en una cola para nada. De nuevo desde el club se engaña y se ningunea a sus más que fieles socios y seguidores. Lo lógico hubiera sido decir la verdad desde el principio y no anunciar a bombo y platillo que se iba a tener más localidades de las que finalmente se vendieron. De esta manera, al menos no se habría jugado con las ilusiones, y sobre todo, con el tiempo de tanta gente.

El incidente de las entradas de Salamanca no es más que otro reflejo de la desorganización y descomposición que vive el club heliopolitano. Si la cúpula no es capaz de organizar e informar sobre algo tan sencillo, habrá que imaginar como se solucionan los problemas de mayor complejidad. Nada es casualidad, y por eso el Betis está donde está desde hace algunas temporadas. La incapacidad de esta directiva es algo preocupante para el futuro inmediato del equipo de La Palmera. Las altas instancias verdiblancas siguen distraídas en vetar a algunas peñas y personas que critican su labor, en vez de preocuparse por modernizar la gestión y las estructuras de la institución.

Pese a las trabas y las dificultades, el Betis contará con el apoyo de más de 5.000 personas en tierras charras. Menos mal que la afición está por encima de los dirigentes, porque sino quien sabe por donde estaría vagando el equipo de las trece barras.